viernes, junio 23, 2006

Memorias de un mundial

Mantuvimos una conversación
casi como se contiene
la respiración bajo el agua.
Opinamos sobre todo y sobre nada,
nos miramos pocas veces a los ojos
y casi sin querer
dejamos chocar los dedos índices
sobre la humanidad del cenicero.
De repente brotó la discución
con la inoportunidad y la humedad
de las tormentas de verano.

Yo, nervioso como un verdugo,
desnuqué varias veces un agónico sobre de azucar.
Vos, desmembraste furiosa
los brazos de una medialuna que pedía abrazos a gritos,
y el mozo le practicó un haraquiri
a las naranjas recién llegadas del mercado
mientras gritaba el segundo gol de Argentina.
Después de ese día nunca más nos volvimos a ver.


Raúl Mariscalchi

Pret a porte (colección 2002)

En comunión con los mecenas de la buena imagen.
fornican los hombres pequeños y son fornicdos
de espalda a un bastidor de seda italiana.
Bajo el apremio de gordas carteras y luces sonoras
sólo unos pocos altaneros experimentan malabaricos
ataques craneales avivando el carpe dien
desangrado frente al televisor.
El sexo se hace a la medida de los que exigen
los golpes a la medida de los que castigan
entre linea y linea se ecriben historias
contadas con lengua boba
crónicas de cenicientas desechables
que sólo a cambio de un coito movedizo
serán narradas.


RAUL MARISCALCHI

Retrato de hombre solo

El hueco en las manos del viejo
mordisca las palabras pintadas a pinceladas
en el muro de su frágil memoria.
Con dientes flojos lesiona
un bocado de pan francés,
salado con lágrimas de cocodrilo,
y empuja al vacío un moco endurecido
que por curioso cae entre las pantuflas
y la mugre del piso, como dos cuadras abajo.
Sermonea las paredes cargadas de retratos,
peina con dedos temblorosos
las chatas cabezas de los clavos
libres ya de toda fisonomía.
Baila entre las sillas con un pie sin zapato
mientras aprieta fuerte el nudo de la corbata
para ahogar el llanto.
Llanto de hijo sin padres
Llanto de esposo sin compañera
Llanto de padre de hijos ocupados
Llanto que quedará estrujado
contra el frió vidrio de un portarretrato.


Raul mariscalchi

lunes, junio 19, 2006

Fuga de palabras

De la boca de los hombres
salen palabras
que paren a su vez Falacias.
Estas, sin problemas
se confunden en gordos
diccionarios sin prólogo
y tramposos libros de historia.
Luego de un tiempo desarrollan
un cuerpo multiforme y musculoso
con el que aplalean a las pocas verdades
que existen sobre la tierra.
Verdades a media
que corren chillando
al amparo del tiempo.
Quien las abraza y arrebuja
con sus brazos mutilados
y sin reloj.





Raul Mariscalchi